Back to R’lyeh editan nuevo trabajo en forma de EP: «The Mc Murdo Expedition 1909», que así se llama el artefacto, es presentado por la banda como un adelanto del que será su nuevo disco, tal y como ya hicieron con «Warnings», una pequeña demo que sacaron antes de su primer CD. El combo madrileño nos presenta en esta ocasión tres nuevos temas, dos de los cuales ya habíamos escuchado en directo, pero que resultan refrescantes y llenas de matices en sus versiones de estudio.
La primera pieza, «Mc Murdo’s Statement» nos sorprende con un arranque en una onda King Crimson, con unas guitarras muy trabajadas rítmicamente y con una batería que acompaña perfectamente los ejercicios de las cuerdas. La incorporación de Albert Rebuffat (que ya abandonó la formación según podemos ver en las redes sociales de la banda) y Chus empieza a notarse ya en los primeros compases del tema: El primero aporta unas líneas de bajo pegadizas y de cierto aire jazzy mientras que el segundo añade teclados, que están mucho más presentes que en su primer álbum («The Awakening/Last Fight of the Primordial», Noma/Nooirax 2014). En cuanto a las voces, el propio Chus se ocupa de varias partes del tema, junto al desquiciado Inkisidor Dukasse, que en esta pieza parece que se sujeta bastante, aunque sigue ofreciéndonos un amplio catálogo de registros: desde gruñidos guturales a partes mucho mas melódicas y sosegadas. Así a bote pronto, en este «Mc Murdo´s Statement» encontramos influencias de Faith No More, Mastodon, los mencionados Crimson y algunos ramalazos post hacia el final del tema. Escuchamos muy buenas ideas en esta primera canción; será interesante ver como queda en su versión final.
Inmediatamente después comienza «Failed Invocation» una curiosa pieza ambiental que repta desde las profundidades, bizarra y retorcida. Percusiones tribales y atmósferas creadas con sintetizadores se entremezclan con unas voces ritualísticas que parecen sacadas de algún viejo film noventero y que pretenden traer a este mundo nuestro a alguna bestia del averno, como si no tuviéramos ya bastante con los infectos personajes que ya lo pueblan.
Para terminar, y directamente ensamblada con el final del interludio, suena «The Kadishtu Brotherhood», algo más intensa que «Mc Murdo’s…» y de ritmo galopante, con toques thrash, metaleros y experimentales en su parte central, donde parece que los músicos dan rienda suelta a la improvisación. Las voces de los dos vocalistas van entrelazándose sobre la trama de guitarras de Adrian Hernandez y M. Novoa que no se cortan lo más mínimo en escupir riffs a diestro y siniestro, sin importarles un carajo las tendencias de la temporada. Ramon Nissen, sólido e inmenso en este último tema, se dedica a abusar de su kit aportando una intensidad controlada y al mismo tiempo violenta. Al escuchar al batería sevillano por primera vez en el estudio, uno se percata que es más técnico que Alberto M., que estuvo tras los parches en «The Awakening…» y que atesora más recursos también.
Back to R’lyeh afianzan su posición en el extraño límbo que ocupan en la escena nacional, a caballo entre el metal extremo y la música más experimental. Parecen no temer nada ni a nadie, siguen su propio camino y avanzan directos hacia su segundo disco conceptual. Como viene siendo habitual, los textos se basan en un relato de influencia Lovecraftiana y que encaja perfectamente dentro de los Mitos del de Providence. Al igual que con su música, Back To R’lyeh escriben sin miedo y arriesgando al máximo, sin tratar de encajar en ningún estilo y demostrando todo su potencial.
Veremos si consiguen permanecer incorruptos y continúan sonando personales y originales.