Sala Painting the Monkey – 8 febrero 2014
Concierto de dos interesantes grupos con innovadoras propuestas en pleno centro de Madrid, buena entrada y en una sala, que si bien cuenta con un escenario algo pequeño me sorprendió por la buena acústica que tenía.
A las 22:00 h comenzaban Quercus. Era su segundo concierto como grupo, pero todos son músicos de larga trayectoria en otras formaciones y se nota. Un sonido muy potente y grueso, que a veces podía recordar a grupos como A Perfect Circle y en otras ocasiones a un rollo más Placebo, sin dejar de lado toques de hard-rock. Arreglos muy trabajados, cambios de ritmo y temas muy buenos. Grupo a seguir y tener en cuenta para un futuro.
Tras un rápido cambio comenzaban Violet June, que hacían parada en Madrid en medio de la gira de presentación de su primer disco «Paisaje de Regularidades en el Tiempo». Este grupo hace un rock alternativo muy particular, con toques de metal, indie, electrónica… música ecléctica que va ganando con diferentes escuchas. Comenzaron con Empatía, un tema sobre la explotación de África, cosa poco habitual pues suele ser un tema que dejan para el final, pero que esta vez habían decidido poner el primero como manera de protestar por las muertes de 15 migrantes en Ceuta disparados con pelotas de goma y gaseados por la Guardia Civil, tal como Charo, su cantante, comentó al terminar el tema. Desde el principio del concierto se vio un grupo muy rodado, entregado al concierto y su música y que sonaba muy compacto. Siendo sólo cuatro parecía haber más músicos en el escenario, y no sólo por las secuencias disparadas que llevan algunos de sus temas, sino por lo mucho que llenan como instrumentistas, sin muchos virtuosismos ni virguerías en plan guitar hero, pero con gran calidad en la ejecución. Iban cayendo los temas de su primer disco: Ausente, Desorden, Metamorfosis… incluso tocaron un tema nuevo, Velo Rasgado, que va a ser el tema principal de la pélicula «Las Cazadoras». Las armonías trabajadas y sus variadas sonoridades fueron creando diferentes atmosferas a lo largo del concierto. Desde la agresividad a la calma y la tristeza. Es tan particular su estilo que es dificil de definir o encontrar referencias. Podríamos hablar de Tool, Korn, Portishead.. pero todo bien batido y mezclado en un resultado muy original. Si bien no hay pegas a su disco, es en directo cuando las canciones adoptan mayores dimensiones sonoras para mostrarnos a un grupo que tiene mucho que decir.
Lo negativo de la noche: algo que cada vez más se repite más y más a menudo: mucha gente charlando y hablando de sus cosas. Esto lo considero una falta de respeto a los músicos y a la gente que queremos ver el concierto. Y es que la educación musical de algunos deja bastante que desear…
Ramón Grau