Dead Cross

Dead Cross

Dead Cross, es el nuevo proyecto de uno de nuestros baterías favoritos: el cubano Dave Lombardo (Slayer, Fantomas, Testament, etc). Le acompañan en esta aventura Mike Crain (The Locust y Retox) a las guitarras, Justin Pearson al bajo (Retox) y el genial Mike Patton (Faith no More, Tomahawk, etc) a las voces.

Ipecac, edita el trabajo de Dead Cross, tras la marcha del primer vocalista del combo G. Serbian (también en Retox). El grupo llevaba ya formado un par de años, pero tras la grabación, en 2016, se produjo el cambio. La banda no quiso editar el álbum con las voces de Serbian así que el bueno de Dave llamó a Patton para sustituirlo. Y Dead Cross empezó a adquirir estatus de superbanda rápidamente.

Es fácil adivinar por donde iban los tiros antes de la entrada de Mr P. Un álbum de punk, hardcore, thrashy y energético. Con texturas muy bien trabajadas, desarrollos de batería cojonudos y mucha energía. La idea, por lo visto, era homenajear a todas aquellas bandas que hicieron que el metal se desarrollara con fuerza y en múltiples direcciones desde su primitiva raíz hardcore: DRI, MDC etc. Cool.

Pero, como ya sabréis si estáis leyendo esta reseña, Patton no es amante de la sobriedad precisamente. Por encima de la música de Lombardo y los suyos, vierte múltiples capas de trapecismos vocales, texturas y noise vocal, con los que nos viene “obsequiando” desde ya hace un tiempo. 

En fin, a pesar de que siempre hemos sido muy fans de este hombre, lo del CD de Deadcross se le ha ido un pelín de las manos. Patton siempre ha estado a favor de las canciones y a pesar de tener un tono siempre reconocible, ha sido capaz (a lo largo de su extensa carrera) de utilizar su voz de forma muy inteligente. Aquí encontramos, en ocasiones, voces más histriónicas que cañeras y ese síndrome «Al Pacino» que últimamente se cuela en los trabajos de Patton. Hemos de reconocer que el resultado final es bueno. La escucha resulta interesante y el material mola. No olvidemos que tenemos ahí a dos de los pilares de la música rock/metal cumpliendo ya casi 50 palazos. Cuidao.

Pero a nuestro modo de ver las cosas, muchas de las canciones pierden punch, sobre todo con esos coros melódicos tan extensos, los efectos y algunos fraseos que no acompañan y suenan algo desacompasados con el groove de los temas. Como siempre, el vocalista se la juega con sus experimentos un alto porcentaje de las veces. Cuando acierta: ningún problema. Hay fragmentos furiosos y cabrones que quedan muy bien con ese tono desquiciado que tiene Patton

Por lo demás, ningún tema alcanza los 3 minutos de duración, salvo el último, “Church of the Motherfuckers”. Por debajo de Mike se escucha una buena mezcolanza de thrash primario, hardcore punk, tímidos grindcoretismos y rock guarro que mola. Las guitarras son cojonudas. Suenan muy bien y los riffs son realmente sólidos. Crain es un guitarrista solvente y preciso. También en directo. Nos gustan mucho “Idiopathic” y “Obedience School”. Aunque ya os digo, tanta broma cartoon termina por ser extenuante.

También podemos encontrar una curiosa versión del “Bela Lugosi’s Death” de Bauhaus.

En fin, un disco divertido. Gran trabajo de músicos, (brutal la energía que desprende la interpretación de Lombardo) y productor (el gran Ross Robinson está tras los controles).