Inter Arma «Sulphur English»

Inter Arma «Sulphur English»

Inter Arma acaban de publicar su cuarto larga duración, el intenso «Sulphur English» a través de Relapse Records. Desde 2007, sumando cuatro LPS, un par de demos, dos EPS un split y algun tema suelto en forma de single, esta banda americana golpea con potencia nuestras mentes, lanzándonos hacia abrasadores pasajes, aplastándonos con su densidad e introduciéndonos en atmósferas llenas de oscuridad y muerte. Sus rituales continúan llegando, camuflados en sus surcos.

«Sulphur English» deja a la banda perfectamente situada en lo más alto de la pirámide, con una intachable reputación en vivo y unos trabajos dignos de escucharse. Otras bandas abrieron estas puertas, en pasadas décadas, cierto, pero los de Virginia entraron con energía y enseguida comenzaron a abarcar un enorme abanico de influencias, haciéndolas suyas con mucha convicción y una calidad musical innegable.

Podemos escuchar influencias más o menos claras, en los temas de «Sulphur English». aunque es muy difícil catalogar al grupo. Tocan múltiples palos: Doom Metal, Sludge, Post, Progresivo, Black, Death…

Hay riffs que recuerdan a los maestros Neurosis (que ya todo el mundo se empeña en condenar al asilo), como en ciertos compases de la inicial «A waxen Sea», que se caracteriza por darnos la primera hostia, con unas voces Death de primera calidad, encima de un sucio doom. Inter Arma comienzan con muy malas intenciones. Y con autoridad.

«Citadel» continua perfectamente con estos feelings muy incrustados en un death doom, con un trabajo de guitarra solista espectacular que puede recordar incluso a ciertos feels de Morbid Angel

Lo bueno de esta banda es que capaz de mutar rápidamente. cuando crees que sabes de que pie cojean, se transforman en otro organismo muy diferente. A lo largo del disco hay atmósferas de caos armónico e instrumentos que parecen caer al abismo, como en los temas de los franceses Blut Aus Nord. Trallazos de black enfermo con vagas reminiscencias de los Deathspell Omega o incluso de Leviathan

El tercer corte «Howling Lands» es un buen ejemplo de esto. De pronto, nos encontramos con un tema elaborado en un contexto distinto. Más apocalíptico, basado en un ritmo ritual y de cadencia repetitiva sobre el que evolucionan guitarras atmosféricas y voces agónicas. La canción cuenta con un vídeo clip realizado en 3D, dirigido por Marcos Morales, cargado de mística y simbolismo, que encaja perfectamente con el tema. Una auténtica pasada.

El grupo lo forman 5 tipos: y hay tres miembros que ejercen de vocalistas:  T.J. Childers, que además de tocar la batería, se atreve con los teclados, el bajo, las guitarras acústicas, la percusión y lo que le echen. Después está Trey Dalton que toca la guitarra, hace percusiones y canta. Y luego tenemos a Mike Paparo que canta y también le da a las percusiones. Steven Rusell se encarga solamente de las guitarras y Joe Kerkes del bajo. 

En «Stillness», el infierno sónico se desvanece poco a poco, cortado por una guitarra acústica y un Hammond etéreo. Las voces se tornan límpias y claras y la tranquilidad se apodera de nuestras mentes. Y lo terrible da paso a lo pacífico. La atmósfera es muy evocadora y la producción es increíble.

«Observances of the path» surge de los ecos de su predecesora. Pianos lúgubres y crescendos de platos, nos van situando de vuelta en terrenos desolados. Este pequeño interludio sirve para conectar con la brutal y caótica «The Atavist’s Meridian» que vuelve a atraparnos como si fuera el abrazo de una enorme boa constrictor. Las guitarras, algo menos definidas, se funden con un ritmo de batería escandaloso y violento. Childers se revela aquí como un gran baterísta, permaneciendo muy activo durante todo el tema y aportando una base de auténtica locura. En algunos pasajes las voces se vuelven hacia el black metal. Al final es como si estuvieras en el horizonte de sucesos de un agujero negro. Enorme tema. De lo mejor del álbum. 

«Blood on the Lupines» surge desde el abismo, y evoluciona lentamente entre arpegios y sonoridades celestiales. Lentos desarrollos y ecos que llenan el panorama estéreo y que nos vuelven a hacer viajar de nuevo. Cuando explosiona, parece que estamos en medio de la extinción de una super nova. 

«Sulphur English», el tema que titula y cierra el disco, comienza en clave Death Metal de nuevo. Posteriormente, pasa a atronarnos con Blast beats atmosféricos, mucha reverb espacial y arreglos que entroncan directamente con los dos primeros temas del álbum. Aquí, esas sonoridades Black/Death (muy Blut Aus Nord, bastante Deathspell Omega) que hemos mencionado ahí arriba son explotadas al máximo. Llama la atención, porque en ocasiones nos parece estar escuchando el «Kénôse» o el «The work which transforms god». 

En fin, fusiles aparte, hemos disfrutado con el disco. Muy entretenido, con mucha enjundia y producido y mezclado a la perfección. Gran trabajo de Inter Arma, que poco a poco, y con el apoyo de Relapse, van destacando por encima del resto de bandas del mismo estilo. Hay ganas de ver como sonarán sus siguientes trabajos y sobre todo, de verles en directo. 

¡Saludos!