Intronaut son una banda que nació hace 10 años en California y que practica un estilo progresivo con ramalazos de estilo post, jazz y experimentales. El pasado Noviembre de 2015, concretamente el día 13, lanzaron «The Direction of the Last Things» su quinto trabajo de estudio. La banda la formaron el guitarrista y vocalista Sacha Dunable, el batería Danny Walker (un crack), el bajista Joe Lester y el guitarrista Leon del Muerte; este último abandonó la nave para ser sustituido por Dave Timnick que además se ocupa de percusiones y voces. En 2008, a punto de sacar «Prehistoricisms» la banda ficha con Century Media y desde entonces su base de fans ha crecido sin parar, acompañando a bandas como Tool o Red Fang en algunas giras. La verdad es que el grupo es muy bueno. Para aquellos que disfrutéis del progresivo, bien ejecutado y de las grandes producciones (y no los conozcáis aun, claro) serán un agradable descubrimiento. Este «The Direction of the Last Things» tiene 7 temas y dura 47 minutos (minutaje algo escaso, si). El álbum comienza con «Fast Worms» en un frenesí de guitarras furiosas y voces cañeras que dejan paso a melodías pegadizas y armonías muy trabajadas. Con una técnica envidiable y una producción nítida y poderosa la banda demuestra que puede llegar a registros muy agresivos. Entonces llegamos a un extraño interludio en el cual las guitarras se desdoblan en un curioso juego de delays (preguntas y respuestas), aparecen lineas de bajo jazzys y la batería ejecuta ritmos polirítmicos. Esta sin duda, es la mejor parte del disco y enseguida nos damos cuenta de que estamos ante una mierda de primerísima calidad. En «Digital Gerrymandering» se nos obsequia con un ritmo que podría pasar por sludge si no sonara tan condenadamente limpio y aséptico. Voces melódicas se abren paso a traves de cortantes riffs. Aparecen tappings usados de forma muy creativa (que nos acompañaran durante todo el viaje) y nos da la impresión de que, las voces, muy luminosas, empañan algo el feeling oscuro que la banda pretende transmitir. Algunos fragmentos nos recuerdan a Mastodon , otras a Isis y sobre todo, en la elección de acordes y armonías de cuerda a los fantásticos Katatonia. Destacable la labor de Walker, que fuerza la maquina tocando patrones de batería muy muy buenos. En «The Pleasant Surprise» La formula que alterna ritmos distorsionados y complejos con agradables melodías y estructuras más sencillas vuelve a repetirse. De nuevo otra demostración de técnica por parte de todos los músicos. Hay una cosa que nos gusta mucho y es «el apagado» de las guitarras para dotar al sonido de la banda de diferentes texturas e intensidades. Estos tipos hacen muy buen uso del silencio y definen perfectamente los espacios, resultando de todo ello una escucha entretenida y divertida. «The Unlikely Event of a Water Landing» empieza con una introducción bastante lisérgica, con guitarras del reves y teclados extraños. De nuevo escuchamos el juego de las preguntas y respuestas. Las voces nos recuerdan a Pink Floyd, a veces a Opeth o Porcupine Tree. Los ejercicios prog evolucionan pasando por registros «crimsonianos», más hard rockeros e incluso «Messuggheros». El bajo de Joe Lester aportando calor jazzero cobra protagonismo en esta pieza y creedme, el tipo es muy bueno. Da gusto escucharle evolucionar serpenteando entre las capas de guitarras, apoyándose en los estupendos ritmos de la batería. «Sul Ponticello» muestra de nuevo influencias de Tool que, lustro tras lustro, nos hacen comprender a todos que su sombra es muy alargada. La influencia de Katatonia también vuelve a aparecer aquí, en forma de tratamiento ultra melancólico de la armonía guitarrera y de las líneas de voz. Aun así, estas influencias siempre están perfectamente maquilladas por la personalidad de Intronaut. De todas formas, en las estructuras echamos en falta a veces algo de sorpresa, puesto que la formula: 1. Presentación de riff, 2. Ritmo que la completa, 3. Entra cambio de tono, 4. Y ahora vamos todos juntos… se repite una y otra vez a lo largo del álbum. A estas alturas estamos ya un poquito cansados de tappings, polirítmias, delays y demás. Aunque seguimos enchufados, por que la banda es buena y escuchamos música de calidad. Intronaut son un claro ejemplo del progresivo que se hace en estos últimos años. Músicos que se ejercitan y juguetean con sus cacharros, pecando en muchos casos de una carencia de garra. Se echa en falta algo más de explosión descontrolada, de furia… de canciones, pero bueno. En «The Direction of the Last Things», nos vienen a la cabeza los también progresivos Between the Buried and Me, de nuevo escuchamos patrones rítmicos al estilo Messhuggah, ralentizados y cambiados que nos llevan de viaje. «City Hymnal», el último tema, comienza divertido, con un ejercicio juguetón y original, para mutar en fragmentos ambientales y repletos de voces muy melódicas.
En general, «The Direction…» es un buen álbum. Tiene partes increíblemente trabajadas y es una obra digna de escucharse. Aunque en ocasiones nos aburra un poco tanta perfección, su escucha es muy recomendable, sobre todo por el altísimo nivel de los músicos y por las partes más experimentales, que son las que aportan algo realmente novedoso. Intronaut es una banda muy a tener en cuenta. Sospechamos que llegarán aun más alto, ya que además de parir artefactos como este, son bastante activos en cuanto al directo. Dónde por cierto suenan espectaculares. Os dejamos con el cachondo video de «Fast Worms». Disfrutadlo.