Estamos ante el segundo largo de Itnuveth, «Paulsilaur: Under the Wolf Skin» y está claro desde el principio que los músicos que participan en el proyecto han mejorado bastante con respecto a su anterior obra «The Way of the Berzerker». La presentación del trabajo esta muy currada y las ilustraciones son realmente buenas. Corren a cargo, por cierto, del mismo tipo que se encargó del artwork de su primer trabajo: José Antonio Vives, quien, según hemos podido leer en alguna entrevista promocional, es algo más que el mero ilustrador y está metido de lleno en la historia de este singular proyecto. Volundr y Funedëim se encargan de las guitarras/bajo y de las letras respectivamente. Las baterías corren a cargo de Marc Figueras Franch, que también se encarga de la mezcla y el mastering. En general, la atmósfera de Viking/Pagan metal que transmite el álbum está bastante conseguida. Con muchos tintes épicos, velocidades vertiginosas y riffs fríos y afilados, encontramos justamente lo que cabe esperar en un disco del género.
El segundo corte, que suena tras una breve introducción, se llama «Living Watched» y es uno de los temas que más nos gustan (junto con el alucinante «People of the High Red Lands» con un grandísimo riff y una muy buena melodía) y aúna todos los elementos que encontramos en trabajos de bandas como Borknagar, Moonsorrow, Dissection y muchas otras. La mezcla del álbum es clara y en ella se distinguen perfectamente todos los instrumentos. Siguiendo con los temas, el tercero, «Death is our Shadow» es más intenso y rápido, tiene un corto interludio acústico, tras el cual entra un riff blackero muy bien ejecutado. Las voces, a lo largo de todo el trabajo, nos muestran dos registros muy diferenciados; una más gutural y otra más blacker (similar a la de Maniac de Mayhem en ocasiones, por poneros un ejemplo). Si continuamos, siempre con el libreto delante, nos percatamos de que «Wolf Skin» y «Round Trip» completan la primera parte (de tres) del CD, que es conceptual. Hemos recibido la correspondiente hoja promocional con abundante información sobre el álbum, pero preferimos ignorarla, centrarnos en la música y en las cervezas que todavía nos aguardan sobre la mesa.
Según avanza la obra, hay un elemento que nos saca, en ocasiones, del buen feeling que si que nos proporcionan otros instrumentos: la programación de las baterías. Somos conscientes de que es difícil conseguir buen sonido con este tipo de programas, pero la verdad es que el problema lo encontramos en el tipo de arreglos elegidos; en las secciones de puente que adornan rítmicamente los acústicos (como el de «Wolfskin») y en algunos blast beats.
«The Worst of your Enemies» tiene un montón de cosas que nos gustan, pero quizá empezamos a echar en falta otras dinámicas, otras estructuras, algún cambio. Las melodías son buenas, pero el álbum comienza a hacerse previsible. «Our broken Wills» comienza potente, con un gran sonido de guitarras, pero a estas alturas, empezamos a escuchar los mismos ritmos, los mismos feelings, los mismos punteos… hasta que aparece el mencionado «People of the High Red Lands» que nos vuelve a infundir un soplo de aire fresco y que culmina el segundo lote de temas. Para terminar, El último segmento lo conforma un tema acústico y atmosférico llamado «Eternal Punishment», que en nuestra opinión, no es de lo mejor que ha grabado Itnuveth.
Ojo, el denominado Viking o Pagan Metal es uno de nuestros géneros musicales predilectos y degustamos con fruición todas sus vertientes y variedades: desde las guarrísmas pero genuinas piruetas folk cabronas de Fenriz con Isengard, pasando por el increible «Nordavind» de los Storm, el «Bergtatt» de los Ulver, los alucinantes álbumes de Falkenbach (de nuestros favoritos, con esos coros y ese feeling tan auténtico), los increíbles primeros discos de Borknagar o algunos trabajos de Vintersorg, Moonsorrow, Einherjer, Manegarm etc, etc, etc. Queremos decir con esto, que aunque, «Paulsilaur: Under the Wolf Skin», es un álbum que encaja perfectamente entre todos estos que acabamos de mencionar, no termina de romper y salirse de los límites del estilo. Lo que pasa aquí realmente, es que existen ya tantísimos discos de este género, que la comparación es inevitable. Y si, ya se que esto es muy común en el rock, heavy, death, black y demás, pero, hemos de decir lo que pensamos y es nuestro deber ser honestos con lo que escuchamos.
Por último, nos gustaría comentar que estaría muy, muy bien, escuchar a estos grandes músicos asumir más riesgos; hacer, en definitiva, una música más personal y algo más alejada de un estilo tan concreto. Por que talento y pericia con los instrumentos/voces no les faltan. Sabemos quienes son y en lo que andan metidos y es buena mierda. De todas formas, cualquier amante de este estilo disfrutará del álbum y es evidente que la curva de mejora de Itnuveth cada vez es más pronunciada. De momento, desde aquí, les animamos a que continúen con su trabajo y que se tomen esta pequeña crítica de forma constructiva, pues no pretendemos desanimarles, sino todo lo contrario.