«Dystopia», el esperadísimo nuevo álbum de Megadeth esta arrasando en los charts estadounidenses. Y en Europa tampoco les va nada mal, considerando que es el disco número 15 de la veterana banda de Los Ángeles. Tras un buen puñado de álbumes irregulares (el declive empezó para muchos fans con «Risk»), parece que la comunión entre músicos y el alma mater de la banda, Dave Mustaine es al fin realmente buena.
La verdad es que las canciones nos muestran a un Mustaine muy inspirado con las voces y escupiendo riffs de guitarra alucinantes. La adicción de Kiko Loureiro (guitarra en Angra) y Chris Adler (batería de Lamb of God), le ha dado a la banda un extra de testiculina y bueno, al bajo, el sempiterno Dave Ellefson, haciendo lo suyo, como siempre, bien. Hay varias cosas que nos agradan en el sonido de «Dystopia»: Lo primero es el sonido ultra nítido de las guitarras, mucho más afiladas que de costumbre y pivotando entre el metal espídico de siempre y un feel algo más hard-rock. La base rítmica también ha mejorado y mucho: Adler esta que se sale con los ritmos y los arreglos, regalándonos partes realmente buenas como en el tema que da nombre al álbum o en la canción de adelanto, «Fatal Illusion», que es todo un trallazo.
También la producción nos ha sorprendido agradablemente; Mustaine que coproduce junto a Chris Rackestraw (Marty Friedman, Soulfly, Skeletonwitch, Danzig, etc) parece tener las cosas muy claritas, dotando al trabajo de un sonido poderoso, cortante y agresivo, muy moderno. Se notan las influencias más metaleras de los últimos años 2000, mezclándose perfectamente con el rancio speed marca de la casa, como en el alucinante y de pegadizo estribillo «Death from Within», que por cierto contiene un curradísimo trabajo de guitarras y de voces. «Bullet to the Brain» (¡buen titulo!) es más rítmica y machacona, avanzando a medio tempo, entre arreglos percusivos y esos estribillos que se quedan grabados a fuego en tu mente. De nuevo el trabajo de guitarras nos llama la atención. Loureiro demuestra lo crack que es con los tappings y solos que ejecuta a la perfección. «Post American World» es más lenta y alucinógena…
A priori puede parecer que toda esta colección de riffs y ritmos ya la hemos escuchado millones de veces, pero amigos, pasa lo mismo con los últimos trabajos de bandas veteranas (como por ejemplo «Repentless» de Slayer). No podemos olvidar que todos estos «señores mayores» fueron los que inventaron toda esta mierda y que saben hacerlo muy bien. Si escuchamos con atención, encontraremos un montón de buenos matices y una buena dosis de metal auténtico.
«Poisonous Shadows» tiene esas campanas cool y un ritmo pesado y contundente, ademas de unos coros extraños que dan paso a un riff realmente cojonudo, ejecutado con maestría por los guitarristas y acompañado por unos dobles bombos de infarto cortesía de Mr. Chris Adler, que hace que el tema lento mole y mucho. En «Look who´s Talking» Mustaine nos obsequia con uno de esos «recitados» que tanto nos gustan y parece bastante metido en el asunto, cantando con pelotas, aunque cae en algunas rimas algo raras, todo hay que decirlo (esta canción sólo aparece en la versión de Itunes del álbum al igual que «Last Dying Wish»)
En general, podemos escuchar unas composiciones que no se alejan demasiado del «sonido Megadeth» pero que al mismo tiempo exploran otros lugares, sobre todo en el aspecto rítmico, donde se nota que Adler esta ahí, empujando detrás de los parches. Insistimos de nuevo en el trabajo de guitarras, porque realmente es brillante. Loureiro nos obsequia con piezas dignas de un maestro, como en la instrumental «Conquer… or Die» que tiene una intro jodidamente cool y una orgía de solos y punteos y riffs (¡y más campanas!). Épico.
«Lying State» es otro temazo y «The Emperor» con ese riff festivo tampoco le va a la zaga, aunque tiene ese estilo vocal que no nos gusta demasiado, algo melódico de más (a nosotros nos gusta más cuando el vocalista gruñe de esa manera tan característica). Pero está ok. Tampoco apesta. «Last Dying Wish» empieza tan bien que asusta. De nuevo con Mustaine recitando como un pirado con todos esos ritmos debajo, solos que aparecen cuando menos los esperas y de nuevo un gran estribillo. El disco termina (en esta edición: hay otros temas para japón y para pedidos anticipados) con una versión de los hardcoretas/punkosos Fear, «Foreign Policy» tocada con urgencia y agresividad. Agónica y machacona, la canción es perfecta para finiquitar este gran trabajo. Muy bien.