Revocation, aquellos tipos que irrumpieron con fuerza y garra inusitadas en 2008 con «Empire of the Obscene», vuelven a la carga con «Great is our Sin» (Metal Blade 2016). Este es ya su sexto disco de estudio y viene cargado de la música que les ha catapultado a la fama, con una producción aun mejor y con un nuevo batería, Ash Pearson, que se unió al combo el año pasado y que es un autentico jefazo.
Encontrareis en este «Great is our Sin» metal ultra técnico, solos alucinantes, ritmos vertiginosos (enrevesados pero potentes), ramalazos death, progresivos e incluso algunas pinceladas black.
Hay temas como «Arbiters Apocalypse» o «Theatre of Horror» que destacan por la complejidad de su estructura y la potencia de las voces melódicas, que nos recuerdan, a lo largo del trabajo, a los Mastodon o a Fear Factory. Revocation han llevado aun más lejos el espléndido trabajo de guitarras donde, Dan Gargiulo y David Davison, os harán preguntaros, oh guitar héroes que nos leéis, el dilema: ¿Practico lo suficiente?
El bajo de Brett Bamberger cubre perfectamente los pocos huecos que quedan libres y apoya perfectamente cuando hace falta, reforzando y empastando el sonido, muy muy apretado. Las composiciones son progresivas y muy entretenidas, en ningún momento aburren y nos sorprenden con arreglos muy originales, siempre en un contexto metal muy moderno. «Monolithic Ignorance» nos ofrece un trabajo armónico realmente bueno y una métrica muy personal, llena de ejercicios complejos y con un Ash Pearson muy activo. «Crumbling Imperium» baja algo el pistón, pero por contra ofrece una atmósfera más oscura, una intensidad notable y un solo verdaderamente magistral. «Communion» nos devuelve de un sonoro bofetón al sonido «Revocation«: osea, altísima velocidad y técnica apabullante, con ritmos death/thrash y voces muy agresivas. Los marcianoides riffs vienen y van, demostrando el enorme trabajo de ensayo que hay detrás. A estas alturas nos vienen a la cabeza los sonidos transgresores de Necrophagist, Control Denied, Obscura e incluso Watchtower o Mekong Delta.
La instrumental «The Exaltation» baja de nuevo y nos lleva de viaje hacia otros mundos a través de texturas y feelings más progresivos sorprendiéndonos con una colaboración de lujo: el increíble Marty friedman aparece demostrando, como siempre, su maestría con la guitarra. «Profanum Vulgus» parece que tiene una estructura más convencional, y se retuerce desde lugares que ya conocemos, como el hard core, el death melódico e incluso el grind, con piezas muy cortas, bien encajadas y perfectamente ejecutadas. El trabajo vocal es excelente. «Copernican Heresy», mezcla de nuevo las dos tendencias que venimos encontrando en el álbum: el prog enrevesado y la velocidad absurda. Las voces se vuelven más oscuras y brutales, rozando el brutal death. Arreglos con toques jazzys dan paso a otro espectacular solo.
«Only the Spineless survive» surge de las profundidades. Asusta la convicción con la que está interpretado. Aunque a priori suena menos impactante que sus predecesores, con el tiempo se agarra a tus pelotas y te las estruja sin remisión. Da la sensación de que la banda puede tocar lo que le viene en gana. Una parte brutal death arrasa todo lo que encuentra a su paso, para dejar espacio a otro de esos solos estratosféricos, que evoluciona encaramado sobre una base rítmica espectacular.
Revocation se vuelven serios y oscuros y eso nos gusta. La ultima pieza, «Claeving Giants of Ice» comienza con una melodía desarrollada entre texturas prog y algo más post. Muy melódica, con coros y cierto feeling épico, que nos recuerda a bandas como «Between the Buried and Me»
Nuestro cd termina con una versión de «Altar of Sin» de Slayer que no encontrareis en las ediciones en vinilo.
Un disco muy recomendable.