Soundgarden, la veterana banda de Seattle, editó el pasado noviembre un recopilatorio que recoge rarezas, piezas para bandas sonoras y en general material raruno, como caras B, versiones y demás. Desde su reunión en 2012 con su extraño «King Animal», Soundgarden andan enredando en el local de ensayo y nadie sabe muy bien cual será su siguiente paso, aunque se sabe que editaran nuevo álbum. Mientras tanto, lanzan esta caja de 3 discos que hará las delicias de sus fans más acérrimos.
Un trabajo que nos retrotrae a la época de los vaqueros rotos (con gayumbos largos por debajo), a las guitarras raras y a las voces chillonas, al Mosh y a las camisetas rotuladas con edding, los solos de cucharas y los videoclips de la MTV (cuando aun hacia honor a su nombre).
En este «Echo of Miles» podemos encontrar canciones de la época de «Superunknown» como «Cold Bitch», temas incluidos en bandas sonoras como «Birth Ritual» (que apareció en «Singles», la película grungera por excelencia) o temas más antiguos como «Storm»
«Kristi» nos sorprende con pesadísimos ritmos y psicodelias típicas de la primera etapa de la banda. Para mi gusto un temazo.
En el disco dedicado a las versiones podremos disfrutar, entre otras perlitas, de un cover del clásico de The Stooges: «Search and Destroy» interpretada en 1996 o de un árido «Outshined» del super héroe de la guitarra Jimi Hendrix.
Y así podríamos seguir un buen rato. Dada la naturaleza de este lanzamiento es inútil ir desgranando cada tema, porque son muchos y cada uno es de su padre y de su madre…
Se está cuestionando mucho a las bandas que se reúnen después de tanto tiempo sin tocar y Soundgarden es un ejemplo muy claro de esto. A la salida de «King Animal» se les tachó, en algunos medios, de oportunistas y vendidos. Que si están muertos, que si están intentando hacer pasta con sus últimos lanzamientos, etc. A pesar que las burradas que ha hecho Cornell la última década; escuchad su infames discos en solitario o su colaboración con los músicos de Rage Against the Machine (Audioslave), en mi opinión, una banda que lleva funcionando tanto tiempo como los de Seattle, que ha aportado tan buenos trabajos y que ha dado tantísimos conciertos, esta ya por encima de estas cuestiones.
Este trabajo es una buena oportunidad para excavar en el pasado e indagar en la dilatada carrera de una muy buena banda, que quizá ya pasó por su mejor momento, pero que todavía tiene un par de ases en la manga. Veremos con que se desmarcan en el futuro una vez que se hayan sacudido todo el óxido de encima. De momento, prefiero a estos Soundgarden versión 2.0 que a los Pearl Jam descafeinaos.
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