Los alucinantes Those Legendary Shack Shakers lanzan «The Southern Surreal», su octavo trabajo. Tras años de locura, conciertos intensísimos y discos imprescindibles, por suerte, la banda sigue dando caña y grabando nuevo material. Those Legendary Shack Shakers comenzaron allá por el 98 con «Hunkerdown» y muy pronto empezaron a labrarse una reputación de cabroncetes en directo (que aun mantienen). Tras unos años de sequía discográfica vuelven con fuerza en 2003 y 2004 con «Cockadoodledon’t» y «Believe» dos discos que ya iban empapándose del agrio sentido del humor del Coronel JD Wilkes, su desquiciado cantante y armoricista.
Hasta que en 2006, se desmarcaron con uno de los discos más festivos y espectaculares que este redactor ha podido escuchar en mucho tiempo, el fiestero «Pandelirium», un álbum ideal para trasegar litros de cerveza y bailar pogo con los amigotes, mientras se destroza un bar cualquiera y del que se declararon fans Stephen King o Robert Plant, entre otros muchos personajes. La gira de «Pandelirium» les llevo lejos y los convirtió, en unas autenticas leyendas. Wilkes, personaje interesante a más no poder, pertenece a una orden masónica, es dibujante de comics (nada malo) y un experto interprete de armónica, suele epatar a todos los que se atreven a verle en directo, con una serie de gimnicks y performances que sería imposible detallar aquí. Creedme: nunca he visto nada igual. Cuando pasaron por Madrid (Sala El Sol) destruyeron por completo a todos los allí presentes y la liaron pardísima.
La cuestión es que era difícil superar «Pandelirium». La suerte hizo que el increíble guitarrista Duane Denison (The Jesus Lizard, Tomahawk, etc) se incorporara a la banda en sustitución de David Lee, que según dejó el grupo para meterse de lleno en las carreras y el mundo de las motos. Denison le dio a la banda un sonido espectacular con sus guitarras y con él editaron los magnificos «Swampblood» y «Agridustrial» dos pedazo de discos que, si bien no llegaban a igualar la locura de «Pandelirium», mantenían aun la intensidad. Además el componente «lisérgico» que aportó el guitarrista, convirtió a la banda en un ente aun más conceptual, místico y peligroso, potenciando la oscuridad y los pasajes atmosféricos.
Tras la marcha de Denison, sustituido por el jovencísimo Rod Hamdallah, tenemos que decir que se nota una gran diferencia en el sonido del grupo. Sad but True. Al mismo tiempo, Wilkes se centró en defender y documentar la cultura sureña estadounidense, filmando un documental llamado «7 Signs» y montando un proyecto paralelo, de sonido mucho más tradicional, con mucho banjo, llamado The Dirt Daubers, que en nuestra opinión, contribuyó a desinflar a los Shakers.
Lo bueno de los TLSS es que fusionaban polka, rockabilly y otros sonidos, con baterías de doble bombo, un sonido actual y letras fiesteras y rarunas. De alguna forma, ese espíritu se ha perdido en este ultimo «The Southern Surreal». Que es mucho más reflexivo, experimental y lento. Salvo «Mud» y «Christ Alrightly» (con esa armónica) no tenemos en el disco nada de la tralla con la que solían machacarnos. «Misamerica» es extraña y cool, pero no termina de funcionar y la más misteriosa «Cold» nos deja algo a medias… «Down to the Bone» y «Born under a bad sign» van en una onda muy Tom Waits en cuanto al sonido, «Young Heart, Old Soul» coquetea con el ska y la polka, un tema bastante festivo que imagino que ganará mucho en directo, como todos sus temas…
La verdad es que nos han dejado un poco fríos, si tenemos en cuenta que, cada trabajo de Those Legendary Shack Shakers, solía poner patas arriba nuestro mundo durante un par de semanas. Creo que es un buen disco, pero amigos, esto es lo que pasa cuando mal acostumbras a tu público. A pesar de todo esto, si tenéis la oportunidad de verles en directo, no la dejéis pasar. En serio. Su sonido y estética puede llevar a engaño, es comprensible, pero los niveles de intensidad y locura que alcanza esta banda en el escenario son brutales.